Consejos para mis amigos viejos
Consejos prácticos para navegar el mundo moderno si tienes más de 50 años
Me siento ridículo escribiendo esto pero aquí va: siempre he sido un “alma vieja”, siempre he tenido actitudes de gente adulta o mayor. Tiendo a ser conservador, me gusta el orden, me gusta la soledad y tengo algunas mañas inexplicables como cualquier viejo. Pero la característica principal para describirme de esa manera, es que suelo agradar y tengo amigos de mucha mayor edad.
Imagino tendrá algo que ver con el respeto con que los trato o las opiniones comunes que compartimos. Con los años, y cuánto más me acerco a ser viejo de edad y no solo en espíritu, el número de amigos mayores aumenta.
Disfruto mucho compartir con ellos, tienen mucho para enseñar y casi siempre están ansiosos por compartir lo que saben. Estoy seguro que tiene que ver con que la mayoría de mi generación está muy distraída viendo culos en Instagram o jugando al influencer como para prestar atención y valorar ese conocimiento.
Intento ayudarlos en lo que puedo. Todos, absolutamente todos, sin falta, comparten algunas carencias o tienen actitudes comunes que, en mi opinión, no les permiten vivir bien o progresar en el mundo de hoy.
El mundo al que están acostumbrados, en donde crecieron y se desarrollaron, ya no existe y para casi todos, la adaptación esta siendo cuesta arriba. En un viajé a Caracas, vi a una señora luchando con el autopago de KFC que es obligatorio si vas a pagar con tarjeta, gracias a Dios ponen a un empleado a ayudar a las personas en las pantallas, en Farmatodo por lo menos es opcional. En casi todos los bancos te obligan a usar el cajero o hacer tus operaciones a través de internet. Y el pago móvil? Casi tan confuso como tratar de mantener las cuentas en bolívares y dólares. Y eso es apenas para las cosas más sencillas, más primordiales, ni hablar de correo electrónico, redes sociales, WhatsApp, Telegram, seguridad digital o Inteligencia Artificial.
Ni siquiera hemos hablado de que una moneda digital con cara de perrito valga más que la Ford Motor Company. Qué son las criptomonedas? Cómo se entiende que eso sea posible?
No puedo imaginarme lo confuso y complicado que debe ser para alguien que no nació hablando ese idioma. Es que hasta para personas de mi generación es confuso y complicado! Porque vivimos en un tiempo confuso y complicado, en el que no puedes simplemente dejarte llevar, tienes que esforzarte activamente por darle sentido a las cosas y reflexionar.
Quizás siempre ha sido así.
Se me ocurrió que algunas ideas frescas y prácticas podrían ser de utilidad, para facilitar ese proceso necesario de reflexión y entendimiento, para afrontar la modernidad sin olvidar el pasado y sobre todo, sin perderse a sí mismos.
El objetivo de estos consejos no es cambiar a nadie, ni reprocharles nada. Más bien es ayudarlos a vivir en el ahora y en el futuro que será, sin duda, más intenso.
Acepta que el mundo de hoy es diferente
Este es el primero y más primordial de los consejos, y posiblemente el más difícil.
Suelta tu necesidad de vivir en el pasado. El pasado no volverá, ya se fue, es historia. Ni tu eres el mismo, ni el mundo es el mismo. Hablar sobre como antes era así o asao, como hacían así o asao, o como antes era mejor, no hará que el tiempo retroceda. Solo existe el presente y con suerte, el futuro.
Esto es particularmente difícil en Venezuela, porque toodas las personas mayores recuerdan la época de la Venezuela Saudita. Como te comprabas un carro trabajando 10 meses en cualquier empresa, saliendo todos los fines de semana a rumbear y manteniendo una casa con un solo sueldo. Cómo todo era seguro y había mucho trabajo, y bla bla bla.
Ya no es así, y no volverá.
Primero que nada porque aquella realidad era una ilusión creada por los partidos políticos, un manejo irresponsable de la deuda y los ingresos por petróleo que si o si, nos llevarían al mismo resultado de seguir el rumbo ideológico mayoritario en ese entonces, con o sin Chávez.
Y en segundo lugar porque la realidad actual no solo es el reflejo de políticas públicas, sino de una masa empresarial y corporativa incapaz de innovar, competir y hacer uso de herramientas modernas para impulsar el progreso.
Es más fácil verlo pensando en Venezuela, pero estas dos características: ilusión de riqueza e incapacidad empresarial son características fácilmente reconocibles EN CUALQUIER PAÍS DEL MUNDO, incluyendo los Estados Unidos, aunque sea en menor medida.
Razones para ello podríamos conjeturar durante años. Para mi la razón principal, es que después de los 70’, en el mundo occidental, empezamos a enfocarnos demasiado en que el futuro sería peor y nos preparamos para ello. Resulta que no fue así y ahora no sabemos que hacer.
Quién lo diría? Si te preparas para lo peor, no quedas automáticamente preparado para aprovechar lo mejor.
En síntesis, el estado actual de Venezuela y en cierto modo, del mundo, se debe a que la mayoría está aferrándose al pasado, especialmente las personas mayores en puestos de poder.
Si quieres hacer tu vida en este país y el mundo más fácil, acepta definitivamente que el pasado no volverá. Las generaciones son diferentes, los problemas diferentes, las herramientas diferentes, los ideales, la complejidad, casi todo es diferente.
No trates que sea como antes, aprovecha el presente tal y como es.
“¿Quién teme el cambio? ¿Qué podría existir si no fuera por el cambio? ¿Qué podría ser más amado y más familiar para la naturaleza del universo? ¿Podrías tomar un baño si no fuera porque la madera sufrió un cambio? ¿Podrías alimentarte si no fuera porque el alimento sufrió un cambio? ¿Puede alguna de las cosas útiles llegar a su cumplimiento sin cambio? ¿No te das cuenta que tu cambio es semejante y de que es también necesario para la naturaleza del universo?” Marco Aurelio
Escribe lo que sabes que no va a cambiar
Verás que dije: “casi todo es diferente”. Es porque hay cosas que no van a cambiar. Los humanos son humanos y hay cosas sobre nuestra naturaleza que no van a cambiar.
He estado leyendo Meditaciones, de Marco Aurelio. Este tipo escribió este diario para si mismo hace poco menos de 2000 años. DOS MIL AÑOS. Al leerlo es inevitable sentirse tonto: los mismos problemas que tenemos hoy, los tenía el gran emperador de Roma, hace 2000 años. DOS MIL AÑOS.
Es verdad que el mundo de hoy es muy diferente al de hace 2000 años (sigo impresionado por el tiempo), pero hay muchísimas cosas que son similares o exactamente iguales y que, hasta donde sabemos, no van a cambiar en el futuro cercano. Los seres humanos seguiremos siendo criaturas complejas, con raciocinio, emociones e intelecto. Seguiremos amando y odiando, envidiando y admirando, progresando y fracasando, naciendo y muriendo.
Lo más seguro es que en tu tiempo de vida hayas aprendido muchas de esas cosas que se han repetido durante siglos, pero que tu propia experiencia individual ha enriquecido de forma particular. Esas cosas que han sido y seguirán siendo, debes saber claramente cuáles son.
Escribirlas es importante, para preservarlas, pero también para saber si realmente es una verdad importante y constante, o solamente se trata de un dogma que tienes miedo de derribar. Podrías usar alguna otra técnica o herramienta para ello, pero la única que conozco que es efectiva y simple, es escribir.
Esas cosas que no van a cambiar, son parte de tus valores y tus creencia más profundas. Tienen un valor importantísimo, y no debes tirarlo a la basura solo porque ahora la gente chancea por Instagram y no en el bar de la cuadra.
Al contrario, reconocer esas verdades explícitamente, te permitirá aprender lo que sea necesario de la modernidad sin perderte a ti mismo. Que es el miedo que motiva el apego al pasado, en mi opinión.
Te lo recuerdo con muchísimo amor: nada motivado por el miedo termina bien. Y me parece que es la razón por la que muchos adultos mayores y no tan mayores forcejean con el mundo moderno a diario, porque se la pasan temblando ante cualquier innovación.
Imagina temblar de miedo cuando se crea algo nuevo, en un mundo en el que se crea algo nuevo a un ritmo de 1 invención por minuto algo cercano a eso. Es una locura! Literalmente, tendrías que estar loco para vivir así.
Es mejor tomar una hoja de papel, escribir algunas reflexiones y lanzarse a aprender lo que haga falta.
No te subestimes
Los humanos somos criaturas increíbles, empezando porque tenemos la capacidad de recordar y aferrarnos al pasado de formas que incluso nos hacen daño. Pero también podemos ver e imaginar el futuro, podemos aprender y prepararnos, y podemos hacerlo hasta el fin de nuestros días.
El ser humano no pierde nunca la capacidad de aprender. Quizás puede perder el ímpetu o tener menos energía, pero la capacidad la tiene y siempre puede ejercerla. Si uno se lo propone puede aprender lo que sea.
No tiene mucho sentido intentar aprender sobre las últimas novedades en el mundo de la ingeniería si el día a día de uno apenas se ve involucrado con eso, pero si hay un área con la que uno se involucre mucho o de repente sea relevante para el día a día en general, o incluso no de auténtica curiosidad, entonces hay que aprender al respecto.
Hay que tener al menos un conocimiento general sobre como funciona el Internet y las tecnologías que podemos usar todos los días. Un conocimiento básico de computación es fundamental en un mundo donde estos aparatos están en todas partes.
En su esencia no se trata sobre aprender de un ámbito específico, sino en tener la capacidad de aprender y progresar como las situaciones y la era nos lo demanda.
Hace 5 años encontrar algo en Internet podía ser una odisea de horas y hasta días, ahora solo tienes que preguntar a una de las tantas IA y tendrás una respuesta no solo precisa en la mayoría de los casos, sino personalizada a ti y tu nivel específico de comprensión. Puedes preguntar de lo que sea y te será respondido de una forma que era solo un sueño hace poco tiempo.
Son este tipo de herramientas, cambios y conocimiento con el que nos podemos nutrir para ser mejores y hacer mejores cosas por el mundo, para vivir una vida con la que estemos satisfechos, una vida que realmente estemos viviendo, llena de retos y creaciones.
Júntate con gente joven y ambiciosa
No puede ser cualquier tipo de joven, tiene que ser ambicioso. Un joven con ambición, con fuego y visión, va a valorar tu experiencia y conocimientos, al mismo tiempo que va a tener la fuerza para compartir su energía, enseñarte lo que él ansiosamente aprende día a día y desafiar tus creencias menos fundamentadas, que probablemente necesitan actualización.
Cada novedad, cada innovación y cada nueva cosita qué salga será pre-procesada y transmitida a ti con la paciencia y agradecimiento de un discípulo, de un alumno, de un aprendiz que quiere, se interesa por aprender de ti.
Lo he visto en incontables ocasiones en mi vida, y es de hecho una pena lo poco frecuente que se ha hecho. Esta falta de mentorías uno a uno es [una de las posibles razones por las que los grandes personajes no aparecen con tanta frecuencia](Why we stopped making Einsteins - by Erik Hoel) y una prueba más de lo obsoleto de nuestro sistema educativo.
Encontrar gente joven, ambicioso y que no sean unos absolutos imbéciles, no es fácil. Sobre todo porque ser joven te hace propenso a ser imbécil, pero con algo de buena puntería podrías encontrarlos en: ciertas comunidades online (sobre todo de crecimiento personal y negocios), bibliotecas, convenciones y círculos intelectuales.
Cualquier persona con ambiciones intelectuales disfruta de aprender de otros, siempre que puedan mantener el mismo nivel de trabajo intelectual. Si estás leyendo esto, hay pocas probabilidades de que no estés en ese grupo.
Un sitio en internet donde conseguir este tipo de jóvenes lo estás navegando justo ahora. Substack es posiblemente la única plataforma de libertad intelectual y curiosidad auténtica que existe actualmente. Twitter solía hacer el truco, pero realmente siempre estuvo vandalizado por meme lords, porno y haters profesionales.
Substack es de hecho la plataforma para auténticos curiosos intelectuales. Hay muchísimas newsletters, en español y en inglés a las que suscribirse, en cualquier área de interés que puedas imaginar y allí, sin ninguna duda, encontrarás jóvenes ambiciosos con ganas de aprender y enseñarte lo que sepan.
La ayuda de un tercero hará que navegar el mundo moderno sea MUCHO más fácil.
El mundo siempre cambia
Esta no es la primera vez que el mundo cambia, el mundo siempre está cambiando, siempre ha cambiado, siempre cambiará. Podríamos intentar argumentar, como una especie de justificación, que el mundo moderno ha traído consigo innovaciones a un ritmo tan rapido que cualquiera se abruma, y sería verdad.
Seguramente las generaciones anteriores lo tuvieron más fácil, con cambios más leves en más tiempo. Pero si está es la era que te ha tocado vivir, qué sentido tiene pensar si otros lo tuvieron o no más fácil que tu? Lo que realmente importa es ponerse manos a la obra, hacer algo al respecto o decidir no hacer nada, pero sin quejarse, porque realmente antes no era mejor, solo era diferente.
Una de mis películas favoritas, Medianoche en París, lo ilustra perfectamente. Gil Pender cree que su vida es miserable porque nació en la época equivocada, que realmente debió haber nacido en la París durante Les Années Folles y que su vida sería perfecta de haber nacido en aquella época y aquel lugar. Pronto se da cuenta de que esa solo era una excusa para justificar su propia cobardía y es cuando se atreve a seguir sus sueños, en su época, que todo empieza a ir bien.
Creo que esto es verdad para la mayoría de las personas de mayor edad: cuando dejamos de pensar que las cosas deberían ser diferentes y simplemente nos abocamos a hacer nuestro mejor trabajo, a ser la mejor versión de nosotros mismos, con todo lo que eso conlleva, entonces la vida pasa de ser pesada y gris en comparación al pasado, y empieza a tener su propio brillo encantador, su propia luz única y hermosa.
Suena romántico, es porque es verdad.
En una reunión, un sabio ilustre me dijo: "La vida es el próximo latido". Quería decir que la vida es justo en este momento, lo importante no es lo que haya pasado o lo que vaya a pasar, sino lo que está pasando justo ahora.