Creo que, en general, la falta de tiempo no existe. Existe falta de interés o falta de organización.
Interés
De ambas, la falta de interés parece la peor. No siempre se presenta tan obviamente como: "Ah, esto no me importa". A veces son cosas que si nos importan, pero nos importan menos que otras, que compiten con esa cosa (espero no confundir usando tanto la palabra "cosa" pero necesito un término genérico porque puede ser, literalmente, cualquier cosa).
A veces es triste y difícil aceptar que un interés gana sobre otro y, a veces puede incluso ser trágico.
La falta de interés es, por ejemplo, pasar semanas sin escribir ni publicar: no es que escribir no sea importante para mi, es que escribir no es tan importante que me permita despertarme a las 4 am para escribir 20 minutos antes de salir al gym, o hacer un hueco en la tarde para al menos soltar 10 minutos de ideas.
Mi ego me persuade a pensar: "Qué podrías escribir en 10 o 20 minutos?" Pero yo sé que puedo escribir mucho en ese tiempo. Y aunque no sea así, son mejores 100 palabras escritas, que 10000 palabras por escribir.
La falta de interés es terrible. Te hace ver cuáles son tus verdaderas prioridades y puede que no te agraden. Después de todo, seguimos viviendo la vida adulta, las cosas pasas, los obstáculos se presentan y tenemos que tomar decisiones, queramos o no.
"El hombre está condenado a ser libre"
Jean-Paul Sartre.
Es difícil admitir todo esto, pero al menos ahora que me he dado cuenta, estoy aquí a las 5:26 am, tratando de escribir alguna mierda. Para mostrar mi interés por esto, que en este momento no hará que compre un carro, ni llenará mi nevera, pero permite a mi mente tener una dirección más clara y llena mi alma de formas que no puedo explicar con claridad.
En los momentos iniciales de mi discurso favorito: This is water, David Foster Wallace habla sobre lo que significa la educación:
"...no se trata realmente de la capacidad de pensar, sino más bien de la elección de qué pensar."
Es la decisión de a que le brindamos nuestra atención, en qué nos enfocamos, la decisión consciente de que es lo que nos interesa lo que nos hace ser educados o no. Es obvio, pero es tan fácil perderse en "las trincheras de la vida adulta": las actividades triviales del día a día, del trabajo o las expectativas de otros, que olvidamos tomarnos el tiempo y el espacio, para decidir qué pensar, que nos interesa, que es más importante para nosotros.
Perderme a mi mismo en el día a día es un error que no tengo planeado cometer de nuevo, te aconsejo que tu tampoco lo permitas.
Organización
La falta de organización me parece algo más tonto, en el estricto sentido de la palabra. La desorganización significa que no estás haciendo tus deberes más simples, porque organizar no es más que poner y mantener todo en su lugar.
Cuando éramos pequeños nos fastidiaba y nos molestábamos cuando nuestros padres nos mandaban a botar la basura, limpiar el cuarto, limpiar los platos o hacer las tareas del colegio.
Mi mamá tenía una forma muy particular de enseñarnos ortografía. Por cada error ortográfico que encontrara en un texto, nos ponía a escribir una "plana", es decir, una página completa con esa palabra bien escrita. Si la conseguía dos veces, se volvían 2 planas y así sucesivamente.
Te imaginarás lo fastidiosa de esa tarea. Me aburría inmensamente, sobre todo cuando tenía que hacerlas en vez de ver comiquitas o destrozar algún juguete (es decir, todo el tiempo).
Tener buena ortografía no te hace un buen escritor, pero no existe buen escritor con mala ortografía. La ortografía es un límite, que habilita como cualquier límite, que la creatividad exista.
Esa actividad molesta y pequeña, posiblemente fue parte fundamental del surgimiento de mi amor por escribir, que ha existido en mi desde siempre aunque solo ahora me lo esté tomando en serio.
De pequeño cometer un error ortográfico significaba tener una X en un cuaderno y quizás, no tener la nota perfecta. Ahora de adulto es un medidor de tus conocimientos y educación. La vida adulta exagera las consecuencias, las hace más reales y esa evolución hace que las pequeñas tareas fastidiosas de mantenimiento sean más importantes.
Si no haces las pequeñas tareas de mantenimiento, no se van para ningún lado. Los platos no se van a lavar solos, los archivos no se van a meter en las carpetas solos, nadie vendrá a hacer esos cuadros de Excel, nadie llevará un registro de tus finanzas, nadie va a limpiar el piso de tu casa, nadie te va a enseñar que coño es la IA o qué deberías aprender a continuación, ni va a hacerte un chequeo médico o estar pendiente de que comas saludable.
Todas esas cosas, pequeñas y fastidiosas, tienen un impacto en nuestras vidas. Vistas individualmente parecen insignificantes, pero cuando las juntas se hacen tan pesadas que empiezas a huirles. Luego los pequeños copos de nieve se transforma en una avalancha y no sabes como haz terminado revolcado en la mierda.
Lo primero para mantener todo en su lugar es:
Saber qué no está en su lugar
Saber dónde debería estar
Es un problema de definiciones.
No creo que la gente sepa que es lo que tiene que hacer y piense: "Ahora que sé qué tengo que hacer, no lo voy a hacer". No, la mayoría de la gente no sabe lo que tiene que hacer o lo que quiere hacer, así que se dejan llevar por lo que acontezca o peor, por lo que otra persona les diga que deberían hacer.
That my friend, es ser un tonto.
Hace falta pensar un poquito de:
"Ah, esto va aquí, aquello va allá"
"Por qué quiero esto aquí o allá?"
"Esto realmente va aquí o allá?"
"Hay una mejor forma de hacer esto?"
Cuando las cosas no están en su lugar, perdemos demasiado tiempo buscándolas o las encontramos cuando ya no importa. De verdad tengo que explicar que las oportunidades en esta vida son muy escasas?
A nuestro cerebro no le gusta el caos, le gustan los patrones y el orden. El control es una ilusión, pero es una ilusión útil para sortear el mundo y vivir la vida. Renunciar a ello no te hará más sabio, solamente te hará un esclavo de otras cosas.
1 vez a la semana toma el tiempo de asegurarte que todo está en su lugar o al menos casi todo, y no tirado en cualquier sitio. “Qué quiero lograr esta semana?” “Qué tengo pendiente del pasado?” Aplica para nuestros espacios físicos, mentales y digitales.
Justo a tiempo
Hay una frase que se me ocurrió, una frase increíble (espero que no me la esté copiando sin saber):
"Si no te alcanzan 24 horas para sentirte satisfecho, es porque no sabes lo que quieres".
Creo en ella fervientemente. No podemos estar 100% concentrados todo el tiempo, no somos máquinas, pero si realmente te entregas a lo que quieres, 24 horas bastan y sobran para todo.
Cuando digo todo, no quiero decir que tus sueños se vayan a cumplir en 24 horas, sino que podrás irte a la cama satisfecho de que haz dado lo mejor de ti.
Esa es la cosa: el problema no es poder o no hacer todo lo que queremos, es no sentirnos culpables o decepcionados con nuestro desempeño.
Tengo que ser duro mi pana: pierdes demasiado tiempo viendo y haciendo cosas que realmente no te importan, y aparte de eso, las dejas tiradas por ahí después que las usas.
En vez de fregar el plato de una vez, lo dejas para después (y se va el agua). En vez de enviar el correo de una vez, lo dejas para después y se te olvida. En vez de mostrar tu amor de una vez, lo dejas para después y te mandan pal coño o se mueren. En vez de guardar ese artículo en la base de datos, lo dejas para después y ya tienes 247 pestañas abiertas en el navegador.
No es un superpoder, es solamente poner un poco de intención a cada día. Dejar de tener miedo a actuar y verga, accionar pues. Es ser honestos con nosotros mismos para decir: "esto me importa y esto no", "esto me importa más que esto", "estoy dispuesto a sacrificar esto por esto".
Sé que es difícil aceptar que no podemos tener ni hacerlo todo, pero la verdad es que no queremos hacer ni tener todo, sino que es más fácil evitar pensar y decidir que queremos realmente.
Descubrirse a uno mismo da miedo, pero si no lo haces, pagas el precio con una vida de miedo, insignificancia y miseria.
Cómo siempre, es mejor correr el riesgo de pensar y actuar. No andar por ahí diciendo tonterías como: "Es que no me alcanza el tiempo".
Me gustó, están muy buenas las ideas de interés y organización. Hay un tema curioso con respecto a lo de la ortografía y la labor de tu mamá, tu interpretación de niño: como una tarea fastidiosa. Te lo comentaré