Antes de lanzarnos al texto de esta semana quiero pedirte una gran disculpa por mi ausencia estas semanas. Gracias a Dios tuve la fortuna de contar con una cantidad de proyectos que no me permitían hacer otra cosa que diseñar.
Espero que me hayas extrañado, porque no vas a sentirlo de nuevo durante mucho tiempo ;)
Ahora si, a lo nuestro.
Momentos desesperados, requieren medidas desesperadas. Cuando las crisis aprietan se disparan los mecanismos de supervivencia más primordiales y los asuntos morales dejan de tener tanta importancia.
En este pequeño país caribeño las cosas no estaban yendo muy bien. Estancamiento económico, falta de oportunidades, constantes problemas políticos y toda la cantaleta a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación.
Jack era un joven con un nombre poco común para el país donde nació. Negro, cabello rizado, flaco, alto y con dotes de liderazgo. La clase de persona que le decían cuando niño: "Ese va a ser alguien importante" y claro, esa expectativa solo creció con los años.
Ya bien entrado en sus 20, la frustración le comía el alma día tras día. La promesa de lo que se supone que sería no parecía estar llegando: sin dinero, sin oportunidades, sin una clara salida del hueco existencial en el que vivía día a día.
La gente que dice que el dinero no importa, es porque tiene dinero.
El dinero es importante y Jack lo necesitaba. Intentó varios trabajos de mierda para al menos aportar algo de ingreso a su casa, donde vivía junto a sus padres y dos hermanos. El problema de los líderes competentes es que hacer trabajo repetitivo de esclavo significa la muerte.
El ecosistema de trabajos del subterráneo que se pueden hacer desde una computadora te chupa el alma con cada tecleo, con cada click. Runescape, WoW, texter, tareítas, ver publicidad, entre otros. Todos comparten lo mismo: no necesitas ser humano para hacerlos y por eso, pierdes la humanidad mientras los haces.
En medio de esta oscura escena, una luz de esperanza apareció: un amigo, Manuel, era un joven entusiasta y ambicioso como Jack, considerablemente más gordo y que había encontrado mejores oportunidades.
-Vente, vamos a trabajar juntos-
Y como si no hubiese un mañana, Jack tomó su oportunidad.
El plan era trabajar la empresa de asistentes personales que Manuel tenía tiempo tratando de levantar, pero que había quedado dolida luego del abandono de su antiguo socio.
Jack se entregó a ello con todo.
Su cliente más importante era una empresaria gringa que tenía un negocio de inmuebles y como cualquier corredor medianamente exitoso, tenía cada segundo del día contado.
Los días pasaron de oscuridad total a emoción desafiante. Branding, marketing, logos, colores, diseño gráfico, llama a esta persona, dile a este pana que haga aquello, ve a este sitio, habla con tal persona, responde estos correos, envía las propuestas, revisa esta información y demás.
Nuestro héroe estaba gestionando y ejerciendo su liderazgo tal como lo había soñado. Era excelente, era increíble.
Hasta que un día, su hermosa cliente les hizo un requerimiento inesperado:
-Muchachos, estoy muy complacida con su trabajo. Hemos avanzado bastante y en estos meses se han vuelto una parte fundamental de mi operación. Ahora debo pedirles algo delicado y que solo demuestra la gran confianza que les tengo: necesito que modifiquen estos estados de cuenta para que todo cuadre perfectamente-.
La sorpresa de Manuel y Jack fue inmediata. Se vieron a las caras solo por un segundo, y como si pudieran leer la mente del otro, entendieron al instante que no podían darse el lujo de perder a su cliente más importante viviendo en el país de las maravillas caribeñas.
Asintieron como si se tratase de algo normal.
Los siguientes meses y años hicieron "ajustes de cuentas" y "modificaron documentos" para su generosa cliente. De alguna manera estaban tranquilos porque no había forma de que se vieran salpicados por el trabajo que hacían, después de todo, sus nombres no figuraban en ninguna parte, eran muy cuidadosos con la ciberseguridad y no comentaban a nadie el trabajo que hacían.
La cliente era agradecida con sus palabras y con su dinero. Siempre terminaba sus mensajes con: "Gracias infinitas, mi gordo y mi flaco". Solo una vez el autocorrector hizo de las suyas: "Gracias infinitas, mi gordo y mi falcon".
6 meses después de ese mensaje, su clienta fue encontrada culpable por lavado de dinero y fraude al tesoro de los EEUU, y puesta en prisión por los siguientes 7 años.
Manuel y Jack se entristecieron, pero fueron lo suficientemente inteligentes como para usar el dinero que obtuvieron de trabajar con ella e invertirlo en el negocio.
Consiguieron mejores clientes, armaron un gran equipo y la agencia creció hasta volverse un referente en el país caribeño y en toda latinoámerica.
15 años después, Jack estaba entrando en los 40, encontró el amor, formó una familia y vivía una vida normal. Decidió por primera vez viajar a EEUU, la clásica vacación a Disneyland.
Viajaron en primera clase, cómodos. Atravesaron sin problemas, aunque con algo de demora, la maraña de obstáculos migratorios. Todo en orden, como era costumbre para el disciplinado empresario.
Ya caminaban tranquilos hacia la salida del aeropuerto. Su esposa a un lado, sus hijos: un varón de 6 y una hembra de 8 iban un poco más adelante jugueteando emocionados por ver al gran ratón de comiquitas.
De pronto, una mano le toca el hombre y con mucho cuidado una voz le susurra con claridad al oído:
"Hello Falcon".
Una cascada de recuerdos enterrados hace 15 años aparecieron en su mente y lo demás, es historia. Ya sabes que los gringos no olvidan y no perdonan.
Tendemos a creer que las acciones que no tienen consecuencias inmediatas no tendrán nunca consecuencias. Esa idea nos seduce a sobrestimar lo que podemos obtener en el corto plazo y subestimar lo que sucederá en el largo plazo.
Me gusta esta idea de Jordan Peterson al respecto:
"Nunca he visto a nadie salirse con la suya, de ninguna manera, ni siquiera una vez.
Esta esta vieja idea de que Dios tiene un libro donde lleva un registro de todo en el cielo, es como, ok ok, quizás no es un libro, bien, pero esa es una forma verdaderamente útil de pensar sobre ello porque bueno, quizás estás en desacuerdo, quizás crees que la gente se sale con la suya todo el tiempo, te lo digo, nunca lo he visto.
Lo que he visto es que, algo pasa verdad? Alguien tuerce la fibra de la realidad "exitosamente" porque no los muerde en ese momento y luego, 2 años después algo se desenreda y son absorbidos y piensan: "OMG esto es muy injusto". Y entonces lo seguimos: y que pasó antes de eso? Esto, y antes de eso? Esto, y antes de eso? OH! Ahí, ahi fue donde todo salió mal!"
La misma tendencia que nos lleva a sobrestimar los resultados inmediatos, es la misma que nos lleva a sobrestimar las apariencias y creer que todo debe suceder de cierta forma y en cierto período de tiempo.
Nos enfocamos en que debemos vestir cierta ropa, de ciertas marcas, que hay que tener carro y casa a cierta edad, que tenemos que salir cada cierto tiempo, que tenemos que comportarnos de cierta forma, hacer ciertas actividades, consumir ciertos productos, tener ciertos trabajos, etc. Y hacemos lo que sea necesario para tenerlo: sacrificamos tiempo con seres queridos, no le prestamos atención a personas importantes, malgastamos el dinero, nos endeudamos, defraudamos, mentimos, engañamos, aparentamos, no pensamos en lo que realmente queremos hacer o que nos gusta. Hay quienes son capaces de estafar, robar y hasta matar por esas cosas.
La historia del Lobo de Wall Street es genial, pero no para repetirla, sino para entender que por más inteligente, millonario y conectado que estés, NUNCA TE VAS A SALIR CON LA TUYA.
Y no deberías querer salirte con la tuya, sino vivir una vida donde puedas hacer las cosas que realmente quieres; producir, crear, ayudar y aportar. Compartir lo que logres y tengas con otros: con tu familia, con tu pareja, con tus amigos, con el mundo entero. Todo el que sirve obtiene dinero tarde o temprano.
Pero queremos la cosa ya, de inmediato. Y nos perdemos a nosotros mismos en esa inmediatez.
Entiendo porque la mayoría de la gente se enfoca en lo que puede ver y lo desea con tanto fervor, porque vivir una vida integra, en donde tengas que tener cuidado y reflexionar constantemente es mucho más difícil.
Esa tensión entre integridad y los deseos inmediatos, es una de las razones por las que This is Water de David Foster Wallace es sin dunda uno de los mejores discursos de la historia:
"Porque aquí hay algo más que es extraño pero cierto: en las trincheras cotidianas de la vida adulta, en realidad no existe el ateísmo. No hay tal cosa como no adorar. Todo el mundo adora. La única opción que tenemos es qué adorar. Y la razón convincente para tal vez elegir algún tipo de dios o cosa de tipo espiritual para adorar, ya sea Jesucristo o Alá, ya sea Yahvé o la Diosa Madre Wicca, o las Cuatro Nobles Verdades, o algún conjunto inviolable de principios éticos, es que prácticamente cualquier otra cosa que adores te comerá vivo. Si adoras el dinero y las cosas, si es ahí donde encuentras el significado real de la vida, entonces nunca tendrás suficiente, nunca sentirás que tienes suficiente. Es la verdad. Adora tu cuerpo, tu belleza y tu atractivo sexual y siempre te sentirás feo. Y cuando el tiempo y la edad comiencen a mostrarse, morirás un millón de muertes antes de que finalmente te lloren. En un nivel, todos ya sabemos estas cosas. Ha sido codificado como mitos, proverbios, clichés, epigramas, parábolas; el esqueleto de toda gran historia. Todo el truco es mantener la verdad al frente en la conciencia diaria.
Adora el poder, terminarás sintiéndote débil y temeroso, y necesitarás cada vez más poder sobre los demás para insensibilizarte ante tu propio miedo. Adora tu intelecto, ser visto como inteligente, terminarás sintiéndote estúpido, un fraude, siempre a punto de ser descubierto. Pero lo insidioso de estas formas de adoración no es que sean malas o pecaminosas, es que son inconscientes. Son configuraciones predeterminadas.
Son el tipo de adoración en la que te deslizas gradualmente, día tras día, y te vuelves cada vez más selectivo sobre lo que ves y cómo mides el valor sin ser completamente consciente de que eso es lo que estás haciendo.
Y el así llamado mundo real no te desanimará de operar con sus configuraciones predeterminadas, porque el así llamado mundo real de los hombres, del dinero y del poder tararea alegremente en un estanque de miedo, ira, frustración, anhelo y adoración de sí mismo. Nuestra propia cultura actual ha aprovechado estas fuerzas de maneras que han producido una extraordinaria riqueza, comodidad y libertad personal. La libertad de todos para ser señores de nuestros diminutos reinos del tamaño de un cráneo, solos en el centro de toda la creación. Este tipo de libertad tiene mucho que recomendar. Pero, por supuesto, hay diferentes tipos de libertad, y del tipo que es más preciado no escucharás hablar mucho en el gran mundo exterior de querer y lograr... El tipo de libertad realmente importante implica la atención, la conciencia y la disciplina, y ser capaz de preocuparse verdaderamente por otras personas y sacrificarse por ellas una y otra vez en una miríada de formas mezquinas y poco atractivas todos los días.
Esa es la verdadera libertad. Eso es ser educado, y entender como pensar. La alternativa es la inconsciencia, la configuración predeterminada, la carrera de ratas, la sensación constante de haber tenido y perdido algo infinito."
Ser integro no significa apegarse irremediablemente a un conjunto de normas o seguir la tradición sin más. No se trata de no cambiar o no ceder o de sentirse siempre seguro de algo. Ser integro no significa que no te vas a perder o que no vas a cometer errores. No es una tarjeta mágica que te hará sentir de cierta forma o te motivará inmediatamente.
Sino que tienes el valor de pensar que es lo que quieres constantemente. Te reconoces infinito y sin límites reales, y sin embargo, te los pones porque no hacerlo podría dañar a otros. Ser integro significa que te aceptas tal y como eres, y cambias no porque la sociedad te lo demande, sino porque tu espíritu o algo/alguien que te importa lo vale.
Ser integro significa esperar con optimismo los resultados positivos, cuando quiera que fuesen a llegar, sin rendirnos o desfallecer, dando lo mejor de nosotros mismos nos estén viendo o no. Y ser fuertes para no caer en la tentación de los atajos, las apariencias y las configuraciones predeterminadas.
Los links
I went way too far this time. - Nathaniel Drew
Me encantó este mini documental de Nathaniel. Muestra su experiencia haciendo un maratón completo, que por si no lo sabes, son 42 KM! Yo troto 2km y ya estoy sacando la lengua. Esa clase de experiencias y retos tan viscerales despiertan algo en nosotros muy profundo, de esta sensación de logro y valor de existir. El video es genial, vale la pena verlo.
Papyrus - Saturday Night Live
Si eres diseñador gráfico este sketch te va a matar de la risa, no puedo parar de verlo.
A Completely Non-Technical Explanation of AI and Deep Learning - Parand
En medio de la locura de la IA, esta explicación es realmente buena sobre qué es y como funciona realmente el asunto. Resulta bastante útil para despejar las dudas y sobre todo, en mi caso, el miedo.