

Discover more from Optimismo
El sábado entrenando con Félix, en una rutina particularmente fuerte de pierna (odio hacer pierna), se me "salió" sin querer una pregunta:
"Por qué nos hacemos esto?".
Vamos a un sitio específicamente a sentir dolor y, además lo hacemos voluntariamente. Es más, PAGAMOS, por ir a ese sitio y si no tienes experiencia, le pagas a alguien para que te haga sentir dolor.
Si lo ves así, parece una locura.
Claro, el ejercicio y, sobre todo, levantar objetos pesados tiene muchos beneficios:
Te ves mejor
Te sientes mejor
Tu cerebro funciona mejor
Mejor humor
Más confianza
Mejor rendimiento sexual
Menos propenso a ansiedad o depresión
La lista se hace más larga si nos ponemos específicos. Todos vienen del dolor físico generado por el ejercicio.
Esos beneficios no reducen ni hacen más llevadero el hecho de que duele, duele muchísimo. En el momento en el que estás cansado, tratando de controlar la respiración, con los músculos agotados y adoloridos, ninguno de esos beneficios es importante.
A veces el dolor es tal, que el impulso por renunciar, por dejar de ir al puto gimnasio o por dejar la rutina del día a medias, se siente tan necesario como ir al baño luego de horas sin orinar, y hacerlo es igual de placentero.
Nuestro cerebro sigue estando programado para evitar cualquier dolor, especialmente el dolor físico. Obviamente, dolor físico = posibilidad de muerte (qué básico nuestro cerebrito).
Sin embargo, lo hacemos. Por qué?
Para algunas personas, cualquiera de los beneficios que mencioné antes son suficientes para iniciar la acción y detener el impulso. Pero en mi experiencia, no es suficiente.
Hay días, seguidos, en los que no me importa como me veo, cómo me siento, si mi cerebro funciona o no funciona bien, estoy de mal humor, mi confianza apesta, no quiero tener sexo y, honestamente, la depresión o la ansiedad ya se salieron de las manos.
Aún así, sigo yendo al puto gimnasio.
El pedo de la disciplina
Algunas personas leerán lo anterior y pensarán: "Bueno Salomón, lo que pasa es que tu eres un tipo disciplinado, ya sabes, el Liceo Militar, la vaina".
No la compro.
Muchas personas que admiro son realmente disciplinadas. El que más resalta en mi mente es Jocko Willink. Me agrada mucho Jocko. Es el tipo de imbécil despiadado que suele ser mi amigo.
Cuando veo a Jocko hablando sobre disciplina, parece una máquina:
"No pienses, no sientas, no negocies, haz lo que tienes que hacer y punto".
Soy muchas cosas en este momento, pero definitivamente no soy una máquina.
Mis dos trabajos, diseñar y escribir, son principalmente sobre pensar. Mi dos trabajos son pasar todo el día explorando posibilidades y buscando soluciones en mi mente.
Además, en ningún momento de mi vida he sentido mis sentimientos con tanta intensidad como ahora.
Una canción de Kanye y rompo en llanto. Un recuerdo de mi abuela Felida y rompo en llanto. Comulgar? Lloro mientras doy gracias a Dios. Casi cualquier cosa me hace reír o sentir alegría. Mi ira, aunque menos frecuente, ahora se materializa como una necesidad de ayudar.
Es una locura lo sensible que soy en este momento. Hace 10 - 6 años, sin duda era una máquina. Ahora? Ni de cerca.
Sin embargo, sigo yendo al puto gimnasio.
La desconexión
Hay mucho del mundo moderno que se siente fuera de lugar o desconectado. Cómo si la seguridad que hemos construido, de alguna manera, se hizo un obstáculo para vivir la experiencia de la vida completamente.
Esto es difícil de explicar, tenme algo de paciencia.
Antes de que vengan los hippies motherfuckers a decirme que: "Si bro, hay que regresar a lo básico, la tierra, Ayahuasca, el mundo moderno es un cancer, los seres humanos destruimos el planeta" [Inserte voz de marihuano] y blah blah blah.
Estoy agradecido por la modernidad. Tenemos un mundo lleno de posibilidades y oportunidades, al alcance de todos. Es una época de prosperidad sin precedentes. Este texto, probablemente, nunca lo habrías podido leer apenas 30 años atrás y ahora, es tan común que lo damos por sentado.
El futuro se ve mejor, con nuevas tecnologías siendo desarrolladas cada vez más rápido, más oportunidades, más posibilidades y cada vez más poder para que los individuos podamos diseñar nuestras vidas y crear el mundo que queremos. Ya sabes todo lo que está pasando: IA, nuevas herramientas, fusión nuclear, viajes espaciales, etc.
Quizás hay mucho ruido, pero no te dejes engañar, el futuro se ve cada vez más brillante.
Aún así, sigue habiendo algo que no encaja en todo esto, al menos, cuando nos entregamos a las conveniencias que son arrojadas con más frecuencia en nuestra cara.
Intentan hacer que las cosas sean más fáciles, disminuir el dolor, eliminar la tensión y desaparecer la batalla. A priori, no parece algo negativo.
Nuestro básico cerebrito lo adora: "Me estás diciendo que con esta nueva [inserte novedad] puedo ahorrar energía!? DAME 2!". Y al mismo tiempo nos sentimos cada vez más desconectados, insatisfechos, sin dirección y vacíos. Como si nada de lo que hacemos importara.
Es porque hemos olvidado o decidimos ignorar una verdad básica de la vida:
Todo lo bueno de la vida sucede DURANTE o DESPUÉS del dolor. Nunca sucede antes, no puedes saberlo de antemano, solo sucede cuando te has arriesgado, cuando haz hecho algo al respecto.
El significado, la satisfacción profunda, la sensación de que eres realmente importante, de que tu existencia tiene valor, la libertad y el amor, vienen siempre durante o después del dolor.
Hay muchos ejemplos, incluso es probable que ya se te hayan ocurrido unos cuantos de tu propia experiencia. Pero te voy a contar uno que es cercano para mí:
Mi papá no es ningún físico culturista y tiene su edad. Le duele la espalda todo el tiempo y, cómo cualquier persona de su edad, tiene bastantes achaques. Sin embargo, puede pasar 2, 4, 6 y hasta 8 horas operando un paciente. Estoy seguro que durante esas horas su cuerpo duele, su mente también, pero lo soporta, por las razones que sean, y luego de eso no solo viene la recompensa económica, también llega la satisfacción, el orgullo, el respeto y la confianza.
Siempre pensamos en que las cosas son porque sí, no pensamos que podrían ser de otra forma: "Ah el Dr. Acuña tiene que hacer un buen trabajo, no hay otra manera". Mi papá podría renunciar a medio camino o hacer un trabajo mediocre, podría ni siquiera presentarse. Pero decide entregarse por completo, dar el todo por el todo, soportar el dolor y con esa decisión, consigue mucho más de lo que da.
Lo mismo sucede cuando escribo. Sabes cuánto tiempo tiene esta idea evadiéndome? 3 meses! 3 meses pensando en esto casi a diario, sin entender un coño. El título original era: "Lo que buscas puede estar en otra dirección".
Escribir es realmente difícil, me cansa como ninguna otra actividad, me tengo que enfrentar a cada pensamiento, inseguridad y dolor, para poder escribir algo que sea valioso, que no se sienta como falso. Literalmente, me duele el cerebro cada vez que me siento a escribir y, sin embargo, no lo cambiaría por nada del mundo. Solo mis padres me han dado más que la escritura.
Lo mismo te ha sucedido cuando te has enfrentado al dolor en tus propias experiencias.
Lo que digo no es nuevo, es la idea principal detrás de El Hombre en Busca del Sentido de Victor Frankl.
Mi idea es que en la actualidad:
Las fuentes de dolor y por ende, de significado, son más escasas
Las disponibles son fácilmente evitables
La cantidad de ruido hace que el proceso reflexivo, fundamental para hacer que el dolor se transforme en algo bueno, sea complicado
No estoy diciendo que hace 30, 50, 100 o más años atrás, obtener esas cosas fuese más fácil. Digo que la forma en la que tenemos que aproximarnos al asunto en la actualidad tiene que ser diferente.
Tenemos que ser más intencionales y conscientes, tenemos que buscar el dolor a propósito. De lo contrario, la bulla, el hedonismo y las facilidades nos van a consumir, nos harán inútiles.
No podemos simplemente esperar que la tragedia o la necesidad nos golpee, pasa menos que antes. Aunque suceda, podemos evitar el dolor a través de una cantidad absurda de distracciones, placeres y conveniencias, que aún nos permitan subsistir y "funcionar" en el mundo.
Las redes sociales, la pornografía, deliverys de todo, trabajos sin significado pero que pagan bien, trabajos que parecen importantes pero no lo son, etc.
Muy dentro de cada uno de nosotros, aunque nos de miedo solo admitirlo, anhelamos el dolor, la lucha, la dificultad, el reto, la tensión, el fuego que arde con intensidad, que nos obsesiona, que hace que algo/alguien nos importe, que nos permite exceder los límites y hace que todo valga la pena.
Cuántas veces no has querido dejar de sentir el vacío y la insignificancia, y lo que sea que estás buscando, parece eludirte?
Mi consejo es que, la próxima vez que te encuentres ante el dolor, ante si sacrificarte o no, entregarte o no, esforzarte un poquito más o no, en vez de huir, agarres tus bolas o tus ovarios y te lances a ello con todo lo que tengas.
No va a ser fácil, ESE ES EL PUNTO! La dificultad es una característica, no un error.
Otra razón más por las cuál pensar de verdad es MUY IMPORTANTE.
Nuestro cerebro está diseñado para llevarnos por el camino fácil y conveniente, y es muy bueno convenciéndonos. La única forma es alejarnos de nuestra configuración predeterminada, ser diferentes, ser mejores.
No importa si fracasas, de verdad, es mejor vivir intensamente, con significado, con sentido, con satisfacción, libres y con amor, que ser un maldito cobarde.
Y esa es la verdadera razón por la que voy al puto gimnasio.
https://vm.tiktok.com/ZMYxuHvNd/
Los links
The 1st Crack Commandment And Competition - Ed Latimore
Este artículo me encanta, por la misma razón que me gustan muchos artículos de Ed: comparaciones con drogadictos. Es impresionante como algo tan “malo” puede ser fuente de sabiduría y enseñanzas.
En esta ocasión, la primera ley de la competencia. En qué deberías competir?
¿Está usted de broma, Sr. Feynman? - Sergio San Juan
Este artículo de Sergio sobre el Prof. Feynman no tiene pérdida. Me gusta mucho la forma en la que desarrolla el asunto de la ética y la integridad para ser uno mismo, para buscar nuestro propio camino.
A lot with a little - Simon Sarris
Esto me hace pensar muchísimo en el diseño. Como menos es más, como hacer uso del vacío, del espacio entre espacios. De como esos vacíos y espacios dan protagonismo a lo que realmente debe tener protagonismo.
No hace falta gritar para llamar la atención.
Simple techniques for complex projects - Seth Godin
Manejar proyectos no tiene que ser una tarea imposible. En realidad, con simples técnicas puedes sacar adelante lo que seas. No te compliques sin necesidad, lee a Seth Godin.
Por qué voy al gimnasio?
ta bueno jaja... me encantó la razón por la cual no vas al gym. Es una buena resolución. Algo que estaba leyendo en el libro de Mark Manson era que decía algo como: no te preguntes que es lo que quieres, pregúntate que dolor estás dispuesto a soportar. Me parece súper válido planteárselo de esta manera porque muchas veces lo que queremos no sabemos ni por qué lo queremos, pero en tanto el dolor es inevitable, podemos decidir que tipo de dolor quiero enfrentar.